GAIA – alianza global para la disponibilidad de información
Global Alliance for Information Availability por sus siglas en inglés
A finales de la década de los 40, se organiza una alianza global cuyo objetivo es asegurar la disposición libre, ordenada y verídica de información para la sociedad a través de un nuevo sistema de red interconectada, en contraposición al sistema de Internet, predominante desde principios del siglo XXI. Su nombre final sería GAIA, en clara referencia a la personalización espiritual de la Tierra como una unidad.
Durante la década de los 30, el obsoleto Internet, entra en una decadencia severa, fruto de una mezcla de regulaciones abusivas, control de las corporaciones tecnológicas de la época y la inundación del mismo con contenidos generados por las primeras inteligencias artificiales. El resultado fue el consumo de una nube de informaciones falsas, política y económicamente dirigidas, sesgadas dependiendo de la región o país, con una organización cada vez más caótica, y que además era servida a los usuarios mediante diversas AI incapaces de discernir de información correcta y válida de la que no lo era.
Tras las guerras del Clima y la Energía en los años 50, GAIA prevalece como el sistema predilecto por la sociedad, hasta la desparición del uso de Internet por completo.
Algunas de las prioridades de GAIA son:
- La información debe estar disponible en cualquier geografía y en cualquier momento, para cualquier individuo.
- La información es corroborada por AI especializadas, que cotejan las fuentes y la veracidad de la misma.
- La información no puede tener sesgos políticos, sociales, económicos ni históricos. Las AI registran la información sin impregnarla de puntos de vista humanos.
- Los datos privados serán salvaguardados de accesos ilegales como prioridad en el sistema, usando la triple firma genética siempre que sea necesario.
- La información se ordenará y organizará para el fácil acceso y comprensión de las inteligencias artificiales mediadoras en la búsqueda de información.
Extracto de la novela:
Suen se intrigó por cómo fue ser criada con mi abuela, aparte de cualquier robot cuidador, a lo que respondí agradecida por haber tenido la oportunidad de conocer puntos de vista subjetivos sobre la vida antes y durante las guerras del Clima y la Energía. Él discrepó acudiendo al argumento, con el que habíamos sido educados, de que la historia antes la escribían los vencedores, lo que sesgaba numerosas realidades, y se mostró como un firme defensor de los archivos históricos que GAIA neutralizaba con perspectivas objetivas.
—¿No crees que una opinión humana aporta más información que solo los meros hechos? —le pregunté.
—¿Como qué?
—Me refiero a cómo eran los sentimientos de la época, del día a día, del pesar o de la alegría que vivían.
—Son sentimientos que solo representan una parte de la sociedad.
—Sí, sí, sí. —Cerré y agité los puños—. Hablo de la humanización de esas vivencias al ser transmitidas y cómo provoca que se te queden grabadas en el inconsciente para siempre. No recurrir a tu ISI para saber algo del pasado es una experiencia refrescante.
Concentró la mirada en su plato.
—Entiendo que no lo compartas, Suen.
—No me malinterpretes. Me fascina tu punto de vista, es una suerte en el fondo.